domingo, 1 de diciembre de 2019

NOVELISTA ESCANDINAVO FUNDA SECTA HEDONISTA EN CARACAS





Olaf Taerg es un novelista escandinavo que -dado el cargo diplomático de su padre- se instala en Caracas desde 1969 y hasta 1999. Sus condiscípulos del Colegio Francia casi ni se acuerdan de él y no se ha podido encontrar registro fotográfico alguno. En plena adolescencia, Olaf pasaba sus tardes en el ya extinto Cinema Bello Campo, donde sobornaba generosamente al portero para que le permitiese acceder al oscuro anonimato de aquella sórdida sala de filmes pornográficos que se proyectaban en función continua. Fue allí, entre jadeos y fluidos de alto octanaje organoléptico, donde Olaf recibe la epifanía temprana del hedonismo preclaro y lo adopta, entonces, cual doctrina de fe, fundando, él mismo, su propia feligresía.

lunes, 7 de octubre de 2019

Capítulo XIX: fragmento.





Vicente & Violeta, vitoreándose, vulvean. Vitrifican vahos vanos. Voluptuosidad vocativa, visible, viable, vital. Verdaderos volcanes venezolanos. Vientre violáceo. Vellocino virtual. Vuelan veloces, valientes vertebrados. Vicente vigoroso, Violeta vibrante. Violentamente, vaginízanse. Vates valiosísimos. Vértigo variado. Vid veterana. Vaporosos vástagos venerables. Virus venial. Veleros vanidosos vapuleándose. Veleidad vil. Veedores volátiles. Vértice vodevilesco. Vórtice vocacional. Voraces van & vuelven. Vorágine veraz. Vis à vis visionario. Virtuoso vals vienés. Vislúmbranse  vencedores. Vizcondesa & virrey vulnerables, viénense vagamente vociferantes.

miércoles, 1 de mayo de 2019

jueves, 21 de marzo de 2019

Soundtrack propiciatorio de NOVELA VOYEUR...

Escucha, lee, disfruta, dispara tus fantasías e involúcrate allí tal y como desees...

jueves, 7 de marzo de 2019

me gusta tanto verte mirar...

Mirar, sí, admirar, contemplar, observar, ver, fisgonear, tocar con tus ojos...

sábado, 2 de febrero de 2019

oye, que te veo mirar





















"-Ya no basta con tu boca atrapando acrobáticamente en el aire sucesivos misiles de semen. Ya no basta con relamerte y tragar espeso. Ya no basta con aplicarte ahora con el pene aún erecto y palpitante y hospedarlo entero entre tu lengua y el cielo del paladar, saboreando los últimos estertores de gozo fálico.
Ya no basta.
Ya no."