VENEZUELAN GOZADERA

 

cactus

 

portadas

 

Delvaux, 1938

 

picasso

 

Bendito Delvaux

 

mira: es ella quien te mira a ti

Gregory Crewdson y la intimidad cotidiana

Kennedy's cum

anónimos benditos voyeurs: feliz feligresía de internet

bienaventurados voyeurs

Pornografía home made: Ulrike Lundqvist

“Es en 1947 que se dispara la “micro-industria” de la pornografía doméstica (usemos, entonces, el eufemismo “amateur”), con el advenimiento de las cámaras Polaroid y su patentada “fotografía instantánea” (sic), que se revela directamente –prescindiendo de onerosos laboratorios fotográficos- ante nuestros ojos voyeur. Es así que tiernas amas de casa son retratadas por sus compañeros de coito en poses abyectas, casi acrobáticas, que se mofan de todo el protocolo ortodoxo y victoriano de las “buenas costumbres”. Honrando aquel sabroso refrán, las féminas eran “damas en el salón, chefs en la cocina y talentosas meretrices en el dormitorio” que las cámaras Polaroid iconografiaban, atesorando (en gavetas de recatado acceso) una colección inédita de pornografía de andar por casa. De esta forma se eliminaba al molesto y prescindible “laboratorista fotográfico” que siempre fisgoneaba en (y recopiaba para sí) nuestras intimidades y fetichismos inconfesables… Algo similar aconteció en 1985 con el lanzamiento al mercado narcisista (es decir, exhibicionista y voyeur) de las vídeocámaras Handycam (del gigante industrial Sony). Así se catapultaba el vídeo pornográfico que otrora se apoyaba en el formato “súper-8”. La cópula, entonces, y todos sus precuelas y secuelas, se eternizaban en movimientos sinuosos y lubricantes de nuestros deseos más obscenos. ¡Que levante la mano quien no haya protagonizado (delante o detrás de cámara) algún escarceo pornográfico sin importar la talla o la intensidad del “proyecto”! Las cámaras digitales han sido el Sodoma y Gomorra de este fenómeno lúdico de nuestra genitalidad más festiva y gozosa. Y ahora sí que las “colgamos” en las redes sociales (en diversos grados de “anonimato” o no), proclamando nuestro placer ginecológico a gritos. Estadísticas recientes afirman que cada vez son más los vídeos amateurs subidos a pornhub. Eso sí en HD y haciendo gala del autofocus. ¡Vamos, que han defenestrado a Kubrick y esta misma noche podremos tener una holografía de Tom Cruise y Nicole Kidman retozando con nuestra pareja en nuestra cama o en el mesón de la cocina! Pornografía gourmet a la carta sin gluten para celiacos.”

"En #Sade, análisis y placer se unen en beneficio de una exaltación desconocida para nuestras sociedades y que constituye por ello la más formidable de las utopías." (Odette Géroux)

año voyeur: 2020

(By Redmer Koestra)

NOVELISTA ESCANDINAVO FUNDA SECTA HEDONISTA EN CARACAS

Olaf Taerg es un novelista escandinavo que -dado el cargo diplomático de su padre- se instala en Caracas desde 1969 y hasta 1999. Sus condiscípulos del Colegio Francia casi ni se acuerdan de él y no se ha podido encontrar registro fotográfico alguno. En plena adolescencia, Olaf pasaba sus tardes en el ya extinto Cinema Bello Campo, donde sobornaba generosamente al portero para que le permitiese acceder al oscuro anonimato de aquella sórdida sala de filmes pornográficos que se proyectaban en función continua. Fue allí, entre jadeos y fluidos de alto octanaje organoléptico, donde Olaf recibe la epifanía temprana del hedonismo preclaro y lo adopta, entonces, cual doctrina de fe, fundando, él mismo, su propia feligresía.

Capítulo XIX: fragmento.

Vicente & Violeta, vitoreándose, vulvean. Vitrifican vahos vanos. Voluptuosidad vocativa, visible, viable, vital. Verdaderos volcanes venezolanos. Vientre violáceo. Vellocino virtual. Vuelan veloces, valientes vertebrados. Vicente vigoroso, Violeta vibrante. Violentamente, vaginízanse. Vates valiosísimos. Vértigo variado. Vid veterana. Vaporosos vástagos venerables. Virus venial. Veleros vanidosos vapuleándose. Veleidad vil. Veedores volátiles. Vértice vodevilesco. Vórtice vocacional. Voraces van & vuelven. Vorágine veraz. Vis à vis visionario. Virtuoso vals vienés. Vislúmbranse  vencedores. Vizcondesa & virrey vulnerables, viénense vagamente vociferantes.